domingo, 24 de octubre de 2010

EL DUENDE

Se dice que es un niño que murió sin ser bautizado o un niño malo que golpeó a su madre.
Es muy pequeño, lleva un sombrero grande y llora como una criatura. Tiene una mano de hierro y otra de lana, cuando se acerca a alguien le pregunta si con cual mano desea ser golpeado. Algunos dicen que, sin importar la elección, el duende golpeara siempre con la de hierro. Otros, en cambio, aseguran que los desprevenidos eligen la de lana y esta es la que en realidad más duele.
Posee unos ojos muy malignos y dientes muy agudos. Suele aparecer a la hora de la siesta o en la noche en los cañadones o quebradas. Tiene predilección para con los niños de corta edad, aunque golpea sin piedad a los mayores.
Se aconseja arrojar harina o ceniza al piso antes de ir a dormir cuando se tiene la sospecha de que hay un duende en la casa... porque a la mañana siguiente aparecerán las huellas del enano.
Se dice que el duende es muy aprensivo, entonces hay que hacer algunas porquerías para ahuyentarlo, como por ejemplo, fingir que se come los propios excrementos u ofrecerle tortillas encastradas; el duende se asqueara y se alejara para no volver.

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